Tienes talento, tienes estilo y tu riding habla por ti. Pero si cada vez que abres Instagram sientes que estás en un escaparate de lo mismo, este post es para ti. Porque tu marca personal no se trata de posar, sino de posicionarte.

¿Quieres que las marcas te vean? Entonces necesitas algo más que buenos trucos: necesitas una historia que contar.
Hoy en día, construir una marca personal ya no es opcional si quieres crecer en el mundo del deporte y destacar entre cientos de perfiles. Y no, no se trata de volverte influencer ni de tener miles de seguidores. Se trata de ser reconocido por lo que haces, por lo que transmites y por la manera en que lo cuentas.
Qué es (y qué no es) una marca personal
Una marca personal es la huella que dejas. No es un logo ni una bio bonita. Es la forma en que te comunicas, los valores que transmites, el estilo visual que construyes y las decisiones que tomas en tu comunicación. Es lo que hace que una marca diga: «quiero trabajar con esta persona».
Las 3 claves: tono, valores y estilo
- Tono: cómo hablas. ¿Eres cercano, técnico, humorístico, inspirador?
- Valores: lo que defiendes. Comunidad, esfuerzo, sostenibilidad, etc.
- Estilo: lo visual. Colores, tipo de contenido, ritmo de publicación.
Errores comunes
- Imitar a otros riders sin cuestionar si eso te representa.
- Publicar solo por seguir la tendencia o porque «hay que estar presente».
- Cambiar de estilo constantemente sin estrategia.
Preguntas para empezar
- ¿Qué quiero que la gente piense al ver mi perfil?
- ¿Cuáles son mis 3 valores no negociables?
- ¿Mi contenido actual los refleja?
Tu marca personal es el puente entre tu riding y las oportunidades. No es marketing vacío: es estrategia con alma.
Tú ya sabes lo que vales. Ahora toca que el resto también lo vea.
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