Lo sabemos: Instagram lo es todo. Hasta que deja de serlo. Si toda tu presencia digital depende de una red social que no controlas, estás construyendo sobre arena.
Instagram es tu escaparate. Pero tu web es tu casa.
Y cuando quieres profesionalizar tu marca, necesitas un lugar propio. Uno donde puedas presentarte sin algoritmos, sin distracciones y con total control sobre lo que comunicas. Instagram es potente, pero tiene sus límites: no posiciona en Google, no ofrece contexto completo y puede cambiar sus reglas de un día para otro.
Diferencias clave
- Instagram es prestado, tu web es tuya. Tienes el control total del contenido, diseño, estructura y mensajes.
- SEO y posicionamiento. Una web bien trabajada puede aparecer en Google y atraer visitas incluso mientras duermes.
- Confianza. Una web transmite profesionalismo, estabilidad y seriedad.
¿Y si ya tienes Instagram funcionando?
Perfecto, porque entonces ya tienes comunidad. Tu web no sustituye a Instagram, lo potencia. Puedes usar la web para:
- Presentar servicios de forma clara
- Compartir tu portfolio o proyectos
- Facilitar el contacto o las reservas
- Contar tu historia y mostrar tu enfoque
¿Y si no sabes qué poner?
Por eso necesitas estrategia. No se trata de llenar páginas, sino de diseñar una experiencia que tenga sentido. Desde el texto hasta el recorrido del usuario.
Lo que debería tener tu web
- Home con propuesta de valor clara
- Quién eres y qué haces
- Servicios o lo que ofreces
- Portfolio o proyectos
- Formulario de contacto
- Enlaces a redes y recursos
Tienes una historia que merece ser contada bien. Tu web debería ser ese lugar.
→ Si quieres crearla con estrategia y estilo, trabajemos juntxs.